dimarts, 14 d’abril del 2020


Capitulo veintitrés de:
Un pensionista autocaravanista confinado en casa.

En el capitulo anterior hablemos de la comarca del Matarraña, pero hoy quiero hacer un salto en el mapa y explicaremos el viaje a Italia el Julio de 2019.

Desde hace algunos años hago dos viajes al año uno con la nieta después del colegio, el 24 de junio, después regreso de allí donde estoy el 4 de Agosto para que la nieta haga vacaciones con su madre, y nosotros volvemos a salir con otro viaje hasta que empieza el curso escolar, que es la primera semana de setiembre, así que son dos meses y medio de viajes partido en dos.

El pasado 2019 con la nieta nos fuimos a Italia, queríamos dar la vuelta a este país llegando hasta Sicilia y regresar por la costa del Mar Adriático, digo queríamos porque no fue así. La primera semana de Julio estábamos subiendo despacio por la costa Azul visitando Mónaco, pero en Savona es donde queríamos empezar la vuelta a Italia.

Los que tenemos AC sabemos que no es fácil aparcar a lo largo de la costa francesa y parte de la italiana por su geografía muy difícil de aparcar, pero como no teníamos prisa y también porque no queríamos coger la autopista tardemos varios días en empezar nuestro objetivo, pero de momento lo estábamos logrando sin grades problemas, pero el calor era más agobiante que no el problema de circulación y aparcamiento.

Lleguemos a Génova la visitemos como pudimos dejando la AC en un aparcamiento de zona azul pero mientras la estábamos aparcando vino la policía local i nos dijo que aquí no pueden aparcar las AC, pero ya estaba aparcado i en medio de dos arboles así que ya tenía el tiquete en la mano de tres horas máximo. Por lo que sea el Policía nos dejo estar en el sitio aparcados, pero con el reloj a la mano de no pasarnos con la hora del parquin.

El sito donde aparquemos era al medio de la ciudad encima de un gran  puente que por debajo estaba la calle principal de las grandes marcas. Bajemos unas escaleras y ya estábamos en el meollo, visitemos un mercado donde compremos para la hora de comer, dimos unas vueltas por las calles comerciales hasta llegar a una gran plaza con un surtidor al medio pero con chorros que salían del suelo.

Hacía un calor asfixiante y en medio de la plaza gente que se estaba mojando con los chorros, la que no estaba dentro de los chorros estaba en la sombra de los edificios. Por cierto edificios preciosos que se alzaban como gigantes al entorno de esta gran espacio redondo y abierto de esta gran ciudad que es Génova.

Con el calor y que era medio día ya, era imposible pasear por las calles sin tener que buscar la sombra, así que una visita relámpago y volvimos a la AC que con el aire acondicionado era el sitio donde se estaba mejor.

Lleguemos a la AC con un poco de miedo ya que se nos había pasado la hora de la zona azul, esperábamos alguna multa, pero no fue así, nos trataron bien en Génova. Estábamos en medio de dos árboles así que dentro de la AC teníamos una temperatura más baja que el exterior.

Ya casi con la hora de comer encima, iniciemos ruta hacia La Spetzia, lugar donde queríamos estar dos días para poder visitar la zona de Cinque Terre, pero esto será mañana.
Jordi Coch. 14-04-2020.






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