diumenge, 26 d’abril del 2020


Capitulo treinta y cuatro de:
Un pensionista autocaravanista confinado en casa.
Parte final del viaje a Italia, Julio 2019.

En el último capítulo estábamos en Chamonix, en que pasemos dos días y una noche, ya íbamos de regreso hacia casa, un viaje que en su inicio era dar la vuelta por toda las costa de Italia, pero que por culpa de una calor infernal tuvimos que planear otra ruta en busca de fresquito, y posponer la vuelta a Italia para una primavera de otro año.

No es la primera vez que cambiamos de rumbo, esto solo te lo permite la manera de viajar los que lo hacemos con la casa acuestas, aun que raras veces lo hemos hecho con tanta radicalidad.

Decir que, normalmente cuando regresamos de centro Europa siempre lo hemos hecho por la trasversal más rápida que es por Lion, pero esta vez quisimos variar i visitar otras ciudades como Annecy y Sisteron.

Así que nos dirigimos primero a Annecy. En este lugar tampoco era la primera vez que la visitava, creo recordar que han sido tres las veces, es por eso que conozco bien la situación de área y la de aparcamiento, eso no quita que no tuviéramos problemas a la hora de aparcar, pero decir dos cosas, una, el área es muy pequeña y siempre esta llena, pero se hace servir para los servicios de aguas, y dos que en esta ciudad son permisibles referente a las AC, así que a pocos metros del área tenemos un aparcamiento que tienen el galimbo fuera pudiendo entrar, aun que quizá éramos unas veinte AC aparte los coches, y allí pasemos la noche y el día siguiente.

Al ser el mes de Julio todo estaba a petar, ya que el lago que está al otro lado del aparcamiento es la playa de esta bonita ciudad. El ambiente de la ciudad era colosal, y el atractivo de este pueblo también es como una mini Venecia, donde el agua que pasa por el centro del casco antiguo, es la protagonista de su atractivo junto con el lago del mismo nombre que la ciudad.

De la AC al centro no hay más que unos quince minutos andando, pero es un paseo agradable por la orilla del lago. Algunas ocasiones ya he comentado que cuando viajo con la nieta, me gusta enseñarle los sitios que a mí me gustan y que he visitado, creo que es una manera de que participe de mis viajes y que se ilusione viajando con AC y creo que lo hemos conseguido, el mes de Julio siempre hemos hecho un viaje de casi un mes de duración, el que le gusto mas fue el de Noruega, que era el del final de curso, promesa que cumplí si aprobaba todas las asignaturas, y de paso yo volvería por segunda vez a mi querida Noruega.

Al día siguiente y no muy lejos de Annecy paremos a pasar la noche fue a Sisteron en una área cerca del pueblo. También tiene su atractivo, pero viniendo de visitar Annecy no tiene comparación, pero solo aparcar vimos como se llenaba el área de vehículos, deducimos que pasaba alguna cosa, y así fue, preguntemos y celebraban su fiesta Mayor con fuegos artificiales, así que decidimos seguir aquel río de personas que al llegar al centro vimos que estaban rodeando calles y plazas, estaban esperando el paso de unas carrozas como si de un carnaval se tratara, y acto seguido los fuegos des de lo alto del castillo, un espectáculo fabuloso digno de un final de viaje que celebremos con traca final.

De regreso y pasando la frontera de la Junquera ya en España nos quedemos a celebrar la última cena en el barrio Gótico de Gerona,  de aquel viaje truncado del principio, pero que tampoco fue tan mal.

Después la nieta se iría de vacaciones con su madre y nosotros volveríamos a tener otras vacaciones hasta setiembre en que visitaríamos la cornisa cantábrica para seguir buscado el fresquito del mes de Agosto, pero eso será otra historia, para otro día. Saludos.

Jordi Coch. 26-04-2020.












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