diumenge, 3 de maig del 2020


Capitulo cuarenta de:
Un pensionista autocaravanista confinado en casa.
Recorriendo la  costa del Cantábrico. Hoy playa de las Catedrales.

En el capítulo de ayer expliquemos lo que tenemos que hacer para visitar la playa de las Catedrales para no tener problemas, hoy lo repetiré al principio del artículo diario, ya que ayer fue al final. A primera hora de la mañana tenemos que hacer cola para coger el bus en el municipio de Casariego, y el billete del bues es la entrada para visitarlas.  También podéis pernoctar en alguno de los aparcamientos que hay a los alrededores de la entrada a las Catedrales y esperar que venga el bus para comprarle el billete sin necesidad de subirse en él y ya tenéis entrada.

Para vuestra información diré que; la Playa de las Catedrales realmente se llaman “Playa de aguas Santas” y se encuentran al principio de la comunidad de Galicia, pero esta información para los que viajamos con AC tampoco es importante si tienes todo el tiempo del mundo, ya que no siempre están disponibles para ser visitadas por qué tenemos que esperar que haya marea baja, en gallego, Playa de As Catedrais en Galicia, cuando se junta la potencia del mar y la paciencia del tiempo el resultado es una obra de arte... la playa de As Catedrais, un monumento natural con una dimensión sobrenatural. Sólo hay que esperar a la marea baja, descalzarse, echar a andar... y uno ya se siente en la gloria.

Nada como disfrutar de la vista de los arbotantes de 30 m de altura, descubrir insólitas perspectivas de arcos dentro de otros arcos. O simplemente, dejarse llevar por los pasillos de arena entre muros de pizarra, como en una imponente y caprichosa nave central. Y siempre, los pies en la arena y la cabeza en el cielo. Estamos en la catedral del mar.

La visita fue impresionante una vez de vuelta a casa creo que la visita a esta maravilla de la naturaleza fue la guinda del viaje, también decir que nosotros vimos las dos situaciones de la playa. El día antes por la tarde para tomar posesión del sitio que estaba, y lo que teníamos que hacer el día siguiente vimos la Playa de las Catedrales con la marea alta, y cuando a la mañana siguiente la vimos con la marea baja no nos lo podíamos creer que el Mar se hubiera retirado tantos metros de altura, fue impresionante, esta es la manera que puedes sacarle al sitio toda su verdad al fenómeno natural de las mares, ya que si no la hubiéramos visto  la tarde antes, no nos lo hubiéramos creído, ya colgare unas imágenes del antes y el después de las mareas.  

La historia de hoy no tenemos kilómetros, ni pueblos a visitar, pero la visita de hoy en las playas de las Catedrales merece este capítulo entero por muchas razones, uno por que es un lugar de estos que los que somos viajeros tenemos la obligación de visitar, otra de las razones por ser una de las bellezas de la naturaleza sin mano del depredador, el hombre, espero que perdure para la eternidad.

Después de la visita acabe con las bambas mojadas y los pantalones mojados hasta la rodilla, pero feliz, estuvimos pasando haciendo el recorrido de un lugar a otro hasta que nos cansemos. Salimos por el mismo lugar que entremos y nos fuimos a tomar una cervecita en el chiringuito que estaba a reventar. La “anécdota” del lugar fue que para ir al lavabo tenias que enseñar el tique de la consumición a una persona que había en la puerta de los lavabos, decir que hay lavabos públicos al lado de la misma entrada a las playas de pago, pero queríamos descansar y refrescarnos, por eso fuimos al bar hacer las dos cosas.  

Ya casi hora de comer preferíamos ir al pueblo donde teníamos la AC en Casariego y pensemos que allí estaríamos más tranquilos para comer algo en algún lugar y así lo hicimos, el bus nos dejo en el mismo sitio que nos recogió y pasito a pasito fuimos buscando un lugar para comer. El nombre del lugar ya no me acuerdo, lo pondría para que no fuerais, no valió la pena, el picapica que nos pusieron. Hasta aquí el relato de hoy, mañana será otro capítulo para otra historia de otro día. Cuidémonos.

Jordi Coch 03-05-2020. Vilanova i la Geltrú.













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