Capitulo sesenta y dos de:
Un pensionista autocaravanista
confinado en casa.
Quizá este articulo no sea un capitulo de un viaje, pero si es
un viaje a la reflexión para dar valor aquello que no tienes cuando te lo arrebatan.
Hoy día 25 de Mayo y después de 71 días encerrados en
nuestros domicilios, esta fase uno nos parece un día para celebrar un poco más
de libertad personal, para poder hacer alguna cosa más que hasta hoy teníamos prohibido.
Des del mundo autocaravanista no ha cambiado nada ya que solo
podemos circular dentro de nuestra propia provincia, las cuales unas son más
extensas que otras pero que la mayoría tampoco nos apetece sacar la AC y irnos
a un área a vente minutos de casa, aun que siempre habrá alguien que para
quitarse el mono con eso ya se conformaran.
En esta fase solo podemos salir de casa con unas reglas ya
más amplias que hace un mes atrás y que podemos sentarnos en una terraza si es
que tienes sitio, podremos entrar en una tienda y/o centro comercial sin cita
previa, respetando las normas de distancia y seguridad, pero referente a
nuestra libertad de viajeros todavía la tenemos cuartada.
Pero por desgracia siempre hay viajeros que están más
cuartados de libertad que este que está escribiendo, y que nunca podrían haber
imaginado esta situación tan surrealista actual, me refiero aquellos viajeros
que se han desprendido de su habitáculo habitual para poder viajar por el mundo
y se han encontrado encerrados en un zulo de dos metros por seis y poco más.
Quizá estos viajeros tienen más libertad que aquellos que
tienen su vivienda sin ventanas al exterior, o como mucho les da la luz del día
pero no del Sol des de un cielo abierto de los bloques de un mini piso, pero en
todo caso nos han cuartado la vida que todos teníamos montada, con más o menos
medida, pero somos un País de personas que estamos acostumbrados de hacer la
vida en la calle y mas en primavera.
Esperemos que esta libertad cuartada dure lo menos posible,
al menos si podemos salir sin la amenaza de ser castigados ya será otra cosa,
ya que por lo que detecto se ha priorizado más la nefasta situación económica, que
no la propia seguridad de salud de las personas. Otra cosa será esa recuperación
económica que tardaremos años en estar donde estábamos antes del 14 de marzo de
este maldito 2020, y que tampoco estábamos para tirar cohetes, espero equivocarme
y que todo se vaya poniendo en su sitio.
No quiero ser pesimista y que los viajeros de vehículos con
ruedas tengamos que levantar el País solos, aquellos que dicen que tenemos que quedarnos
en España para consumir en él y ayudar a que la economía de nuestros autónomos baya
mejor, nosotros solos poco podemos hacer si no vienen los turistas de otros países.
La situación actual parece más la de los años sesenta, donde
pocos eran los viajeros de otros países en nuestras playas, en la inexistencia
de áreas para AC, pero estoy seguro que si nuestro grano de arena es necesario
para los pequeños municipios, allí estaremos, haremos vida social y consumiremos
en sus pequeños establecimientos, ya que los que viajamos con la casa con
ruedas si somos solidarios allí donde vamos.
Quizá no sea un capitulo de un viaje, pero si es un viaje a
la reflexión para dar valor aquello que no tienes cuando te lo arrebatan. Termino
como empecé, por si lo habías olvidado.
Jordi Coch. 25-05-2020. Vilanova i la Geltrú
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