dilluns, 4 de maig del 2020


Capitulo cuarenta y uno de:
Un pensionista autocaravanista confinado en casa.
Hoy último episodio del viaje a la costa del Cantábrico. Agosto 2019.

En el capitulo anterior visitemos la Playa de las Catedrales ya en Galicia, y el de hoy terminaremos este recorrido llegando al final de esta cornisa con un potente mito y guardián de estas costas que es el Faro o Torre de Hércules en la Coruña, pero antes hicimos alguna visita en municipios anteriores como las Rías de Ortigueira, donde pasemos la noche en el área gratuita con servicio de aguas, las coordenadas son; N 43.6869, W 7.85805.

Este lugar es un parquin mixto en que también se encuentra una piscina municipal cubierta, pudiendo ser utilizada por un módico precio que no recuerdo. Por la mañana siguiente fuimos a andar un poco hacia el pueblo para calentar, esto siempre lo hacemos, antes de seguir la ruta andamos una media hora para estirar los músculos del cuerpo, consideramos que es una sana costumbre para la salud muscular.

Del área de Ortigueira al centro habrá más de un quilómetro, pero al llegar vimos un ambiente fuera de lo normal y descubrimos que este día era mercadillo, dimos la vuelta por él y compremos lo necesario para el sustento del día, después ya regresemos a la AC para proseguir el viaje ya de vuelta, hacia Barcelona.

Antes de coger la directa quisimos dar una pequeña vuelta por la Coruña y visitar la Torre de Hércules, este lugar ya no se las veces que habremos estado, pero nunca hemos subido a la Torre, y esta vez tampoco, así que dimos la vuelta por la Torre y nada mas ya que era domingo y el centro no está con su ambiente de un día laboral.

Proseguimos por el paseo que da la vuelta por toda la Coruña y poco a poco fuimos saliendo de la ciudad ya con la directa puesta para regresar, no corriendo, pero con menos visitas a los pequeños municipios, así que decidimos hacer de una tira hasta la ciudad de Lugo.

En esta ciudad tenemos tres áreas dos gratis con servicios de aguas, y un parquin de pago en el centro, nosotros nos decantemos por uno gratis entre la cuesta del Rio Miño y el Parque de Rosalía de Castro, todo y estar en esta cuesta el área estaba completamente llana y asfaltada, las coordenadas son; N 43.00465, W 7.56213.

Cuando lleguemos a Lugo ya era más de media tarde, así que decidimos dejar nuestra Camper bien situada y nos pusimos a subir la cuesta con muchas escaleras o con caminos con zigzag par ir llegando a la explanada del Parque, precioso con grades árboles milenarios, y sus bancos a la sombra, estanques con aves etc.

Al rato de andar, quince minutos, entremos en el casco viejo, no me gusta la definición de casco viejo, pero es que en todos los pueblos los cascos históricos son donde se encuentra la historia cultural y arquitectónica de nuestro País, pero es que también están dentro de los cascos viejos.

Solo pasar una de las puertas de la muralla ya avistemos todo su ambiente, también sin pregunta y solo siguiendo la riada de gente habríamos encontrado el centro del tapeo….. que ambientazo, guantazos para conseguir una mesa, nosotros no somos de alternar con la copa de vino en la mano a puro pie derecho, somos de los apalancarnos en una silla y pedir unas tapas, no menos de cuatro, y estar disfrutando del gentío de la noche.

En muchos municipios de España encontramos estas calles llenas de personas haciendo el deporte de “vining” a pie derecho, a altas horas de la noche, buen deporte nocturno para mantener las amistades. Nos recogimos no muy tarde para descansar. Po la mañana después de desayunar y marchar limpios de aguas y llenos de las mismas me apalanque delante del volante y tirando dirección a Zaragoza, cruce de caminos para  salir y/o regresar del Norte de España.

Hasta aquí muestra historia de un mes de Agosto del viaje a la costa del Cantábrico, espero que la información que extraíais de los capítulos os sirva. Cuidémonos.

Jordi Coch. 04-05-2020. Vilanova i la Geltrú.










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