Capitulo cuarenta y
tres de:
Un pensionista autocaravanista
confinado en casa.
Preludio del segundo viaje a Noruega,
2018.
En el capitulo anterior lo determine como un paréntesis de la
explicación entre un viaje y el otro pero es que después de veinte cuatro horas
todavía no tengo claro de cuál será el próximo relato de un viaje que no sea
una salida de un puente o de un fin de semana. Podría relatar algunos de los
viajes a Francia, o el de Alemania, uno de los primeros que hicimos fuera de
España con nuestra Camper, también los dos de Portugal, o porque no uno de los
dos viajes a Noruega.
El primero que hice a Noruega fue con otro matrimonio y dos
AC nuestra Camper de 6 metros y una la del otro matrimonio una Rápido de 7,30
metros recién estrenada nos propusimos llegar a la meta deseada por todo
autocaravanista y es ver el Sol de media noche en Nordkapp. La segunda vez que
visite este maravilloso País fue por un motivo buscado como excusa para poder
volver a Noruega y es que prometí a la nieta en su último curso de que si aprobaba
todas las asignaturas iríamos un Viaje a Noruega.
Todo salió redondo, mi compañera de fatigas y de la vida no
protesto, ya que era una promesa hecha a la nieta como premio a lo estudiado y
por no repetir ninguna materia, así que yo me salí con la mía. Mi única intención
en el segundo viaje para regresar a Noruega con la nieta fue, por querer
visitar más detenidamente la Islas Lofoten, y no subir más hacia el Norte del
País.
La promesa como tal fue al final del curso del 2018, y la empecé
a amasar en la comida familiar de la Navidad y fin de año del 2017, donde se
piden los deseos para el Año Nuevo, algunos piden dejar de fumar, (yo no fumo),
adelgazar, (yo no adelgazo nunca) ir al
gimnasio, (yo hago deporte al aire libre, visitando pueblos y montañas) así que
mi deseo y con la complicidad de la propia nieta ya casi mayor de edad fue también
todo rodado.
En aquel momento de la promesa que hice en la mesa quizá la mayoría
de la familia pensaría que no se realizaría ya que el primer viaje con los
amigos lo hicimos el verano del 2016, relativamente aun fresco, pero es que yo iría
cada año a Noruega si no estuviera tan lejos. Bueno, me pongo a preparar todo
para salir hacia Noruega después del curso escolar que termina a finales de
Junio, ósea por San Juan, decir que este segundo viaje a Escandinavia me costó
poco tener todo preparado, ya que tengo en muy buen recaudo toda la información
del primero, así que solo necesitaba mirar tarjetas sanitarias al día, lo demás
estaba todo apunto, lo que más nos costo fue la documentación completa de la
perrita Nuca, que tuvimos que hacerle el pasaporte, vacunas, certificado
de desparasitación, et.
Mientras los días pasaban mi pareja veía que aquella promesa iba
en serio y se puso las pilas para no quedarse atrás con sus preparativos, por
lo que me concierna mis obligaciones el mes antes de la salida hacia Noruega
lleve la Camper a la revisión anual que le hago para empezar la temporada de
viajes sin problema, eso se lo hago cada año, le toque o no.
Llego el día de partida, 26-06-2018, y después de la fiesta
en el instituto con todos/as adolescentes no pasaron ni cuatro días que
llenemos la furgo de ropa, el gas, comida, embutidos embasados al vacio para
cuando hiciera falta, la cama de la perrita,
su comida y sus chuches, tarjetas a tope, con pocas coronas al cambio,
ya que en el primer viaje devolví las divisas casi todas, y nos pusimos en
marcha dirección a Francia.
Pero esto es el aperitivo del inicio del segundo viaje a
Noruega con una adolescente y su perrita Nuca, pero esto es otra historia para
otro día. Cuidémonos.
Jordi Coch. 06-05-2020. Vilanova i la Geltrú.
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