Capitulo cincuenta de:
Un pensionista autocaravanista
confinado en casa.
Viaje a Noruega con la nieta y su
perrita Nuca, 2018. Hoy Trollstigen.
En el capitulo anterior salimos de fiordo Geiranger dirección
hacia el Norte por la carretera 63, pero solo salir del fiordo nos paremos a la
subida para echar la penúltima mirada al fiordo des del mirador de Ornesvingen,
la mirada fue como un adiós pero yo pensé otra palabra de despedida que fue,
hasta pronto.
La distancia entre el Geiranger y el mirador de la carretera
de los Trolls no es mucha así que, al salir del fiordo ya después de comer i
entretenernos por los miradores y tener que coger el ferri de Eidsdal,
lleguemos al aparcamiento de los Trolls ya llegando pasadas las ocho de la
tarde, por lo cual pensemos que sería buena idea pasar la noche en este lugar,
donde tenemos lavabos una buena cafetería, y así lo hicimos, pero antes de
retirarnos aprovechemos para dar un primer paseo por las pasarelas y los
miradores, ya que seguro que por la mañana no tendríamos esta misma vista ni la
tranquilidad de la inexistencia de personas por las horas.
Y eso fue lo que paso, mientras desayunábamos empezaron a
llegar autocares, coches y AC y fue una masificación,
la suerte de esto es que los que viajan con los autocares tienen poco tiempo
para el disfrute de lo que sea por tener que cumplir con un horario, por eso
esperemos que algunos de esos autocares se marcharan para poder hacer las fotos
de rigor, aun que por la mañana en este País siempre tenemos neblina, y que se
disipa alrededor del medio día.
Los Trollstigen también es una de las guindas del viaje como
tantas otras que hay en Noruega de obligada visita, como también la carretera
del Atlántico, dirección que tomemos al salir del aparcamiento de los Trolls,
pero tal como hicimos en el Geiranger también lo hicimos al llegar debajo de la
carretera y sus curvas de esta famosa carretera aun que últimamente muy mejorada.
al llegar a bajo paremos donde pudimos al estar lleno de "guiris" con autobuses para echar la vista
des de abajo las maravillosas caídas de agua, las curvas que se distinguen, los
miradores difuminados por la altura y también este, hasta pronto, nos dirigimos
hacia la carretera del Atlantic Ocean Road, carretera
64 pero no sin antes admirar los
paisajes del fondo del valle de esta parte de los Trollstigen.
Para llegar a este paso famoso entre Islotes que es la
carretera del Atlántico tuvimos que coger otro ferri en Afames, pero esto será otro
capítulo de otra historia.
Jordi Coch. 13-05-2020. Vilanova i la Geltrú.
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