Capitulo cuarenta i siete de:

Un pensionista autocaravanista confinado en casa.

Cuarta parte del viaje a Noruega con la nieta y su perrita Nuca, 2018.

En el capitulo anterior salíamos de de Flam con dirección a Bergen, ciudad muy importante después de Oslo, pero des de mi punto de vista y haber visitado las dos creo que Bergen es la más, más turística, más bonita, mas fácil de disfruta de su visita, quizá también por sus dimensiones más reducidas hace que te la hagas mas tuya.

Como siempre digo y es verdad que en las ciudades dejar bien aparcada la AC siempre supone un problema y a veces  no es fácil resolver, pero en eta ocasión lo teníamos muy claro donde aparcar, y que transporte coger para llegar al centro, ya que era la segunda vez que usaríamos esta área, y aquí en Bergen no hay el problema de Oslo, al lado mismo del área tenemos una gran explanada donde aparcar y después podemos usar los servicios de aguas sin coste ninguno. El área de Bergen es: N 60.35462, E 5.35822.

Esta área es de pago, y no es nada barata son 200.00 NOKS, al cambio 20 € pero con el precio incluye la luz pero tenemos que hacer virguerías para enchufar ya que tienes que enchufar con alguien, pero la gente comparte sus alargas que todos tienen unos cuatro enchufes. No más de cien metros tenemos un lugar libre de pago que antes de dejar el área puedes usar los servicios de aguas sin coste alguno.

También a cincuenta metros del área tienes un tranvía que su final de trayecto es en el centro de Bergen, detrás de esta para del tranvía tenéis un súper y una farmacia, así que un lugar ideal para pasar dos días visitando esta ciudad de Noruega, Bergen.

Una vez situados y bien aparcados cogemos el tranvía bajamos en la última parada y nos ponemos a callejear buscando el mercado del pescado, lo encontremos nada más pasar la plaza alargada donde está la zona más comercial, arriba de un mercado restaurante de pescado tenéis la oficina de turismo, nosotros la usemos la primera vez para conectarnos al wifi, este segundo viaje ya no necesitábamos por que llevábamos datos ilimitados y sin roaming, todo un descanso.

Después de pasear por el puerto, comer pescado esas patas grandiosas de unos cangrejos enormes, su bacalao, la ballena, y no sé que más, nos fuimos a la parte donde hay las casas de colores que salen en todas las fotos y folletos de viajes para perdernos por las callejuelas de tiendas de todo tipo, sus casas son de madera, todo muy curioso. 

La anécdota fue que en una de las tiendas nuestra perrita Nuca no quiso entrar ni en brazos, y eso que está muy acostumbrada a ir de tiendas de todo tipo y condición pero nunca la vimos tan reacia a no querer entrar, al final deducimos y creo que con razón, que era porque en esta tienda vendían todo tipo de suvenir, pero también tenían montones de pieles de animales, y su olor le debió echar para atrás. Tenemos un animal muy inteligente para todo, es un amor.

Por la zona que he descrito se encuentra el funicular donde sube al mirador, después de hacer la cola correspondiente subimos y nos asomemos para disfrutar de una vista de la ciudad de Bergen maravillosa, eso sí, repleta de gente donde casi es imposible que hagas una foto y no salga algún japonés, pero fue impresionante, la primera vez que visite Bergen el año 2016 no subí por desconocimiento.

Al llegar arriba hay un camino que lleva hasta un lago precioso donde pasar el día si tenéis la comida en la mochila, y si no en el restaurante que hay en el mismo mirador, pero esto ya cada cual conoce su presupuesto.

Termino este relato de la visita en Bergen, tengo muchas más cosas que contar pero lo esencial como historia del capítulo de hoy e información útil para viajeros de AC, la he dado. Mañana tendremos otra entrega de otra trozo de ruta antes de llegar a las Islas Lofoten, que esta es el motivo de mi segundo viaje, visitarlas i perderme por ellas sin límite de tiempo, pero esto será otro día de otra historia.

Jordi Coch. 10-05-2020. Vilanova i la Geltrú.