Pensamientos escritos
de confinamiento.
Hola viajeros, no mediréis que no es difícil escribir sobre
viajes cuando estas cuartado de movimientos por culpa del vicho, o quizás por
decisiones políticas i no muy científicas, que a trabes del miedo nos acojonan y
nos ponen fronteras donde nunca las hubo.
Quizás aquellos medianamente jóvenes los cuales por lógica tienen
muchos años por delante, pueden tener la esperanza de realizar más adelante con
aquellos viajes soñados, pero los que ya tenemos una edad más que avanzada estamos
padeciendo un encierro que nunca pudimos imaginar, cuartando nuestra libertad, echando
por tierra todos nuestros proyectos y sueños, en definitiva, acortándonos la
vida.
No es fácil que te quiten tu proyecto de vivir la vida
planeada a los sesenta años cuando has apostado por pasarte los años que te
queden de vida en viajar, al menos por todo Europa, sin fronteras, sin límites,
solo con la anedralina que te da al recorrer países que nunca hubieras soñado
visitar sin límite de tiempo, sin límite de recorrer pueblos, ciudades,
montañas, en definitiva, todo aquello que te permite el poder viajar con la
casa a cuestas.
Este fue mi proyecto cuando me pre jubilé hace ya trece años.
Decidimos comprar una auto caravana de 6 metros, ideal para dos personas y una
tercera si viene al caso, una Fiat Camper de Challenger que durante estos trece
años nos ha dado ganas de vivir y de seguir conociendo países sin necesidad de
establecernos en ninguno.
Parte de los sueños ya los cumplí y el más importante fue
nuestro viaje a Nordkap, Cabo Norte, Noruega, nos gusto tanto este país que al
año siguiente volvimos con la nieta, solo para recorrer las Islas Lofoten.
Noruega es el país de mis sueños por su naturaleza tan exuberante y por su libertad
de acampada y de pernocta.
Quiero pensar que estas libertades cuartadas algún día tendrán
que terminar, pero soy consciente que cada día que pasa, cada mes, cada año juega
en mi contra, también tengo la sensación que la vida se escapa como el agua
entre los dedos.
No es fácil superar las angustia que se tiene al tener que
soportar que has perdido aquello que tenias, el motor que hacia funcionar tu
cabeza, tus ganas de vivir, todos sabemos que no se encuentra en falta tanto
aquello que tenias, hasta que te lo han quitado, y no por voluntad propia, que es peor si cabe.
De momento aun tengo que dar gracias de poder tener la
esperanza de hacer pinitos por mi comunidad, tengo mi casa con ruedas siempre
preparada y apunto para salir, así que dentro de lo malo soy un privilegiado. Un
dato quiero dar, por Semana Santa yo me quede en casa, savia de antemano lo que
pasaría, así que preferí salir el lunes día cinco. Desde que tenemos COVID no
me gustan las aglomeraciones. Cuidémonos y no perdamos el ritmo de prepáranos
salidas alcanzables.
9-04-21.